Por definición, se trata de una Institución de Inversión Colectiva, es decir, una institución que agrupa a inversores que quieren participar en las actividades económicas de dicho fondo.
Un fondo de inversión no tiene entidad jurídica en sí, por eso cuenta con una gestora, que es la figura encargada de dar viabilidad económica a la inversión realizada. Entre las inversiones más frecuentes de un fondo de inversión están las compra de acciones de otras empresas, Bonos del Tesoro, materias primas, otros fondos de inversión o incluso una combinación de los anteriores.
¿Qué partes intervienen en un fondo de inversión?
Antes de entrar a valorar qué son los fondos de inversión, hay que conocer los tipos de intervinientes que aparecen en ellos:
- La gestora: como ya hemos comentado antes, la sociedad gestora es la responsable de invertir los fondos depositados con el fin de conseguir beneficios para sus inversores. Los fondos no pueden tener más de una gestora única, pero una gestora sí puede administrar varios fondos a la vez.
- La depositaria: se encarga de vigilar y custodiar los activos del fondo, y debe estar inscrito en la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores).
- El partícipe: esos seríamos nosotros, los inversores. Dependiendo de la cantidad depositada, nos corresponderá un % de participaciones de dicho fondo, de ahí la denominación “partícipe”.
¿Cómo funcionan los fondos de inversión?
Básicamente, invertimos una cantidad de dinero en un fondo de inversión determinado, y confiamos que la gestora sabrá operar e invertir el dinero de los depositarios de la manera más eficiente posible.
En un fondo de inversión el número de participaciones no es fija, y puede ir aumentando a medida que se unan otros partícipes. Para calcular el valor de cada participación o «valor liquidativo», dividiremos el patrimonio del fondo entre el número de participaciones existentes.
La rentabilidad final de un fondo es la diferencia entre el valor de adquisición de una participación y el de venta, aunque la podemos conocer la «latente» en cada momento ya que el valor liquidativo se publica diariamente en los fondos de inversión más comunes, eso sí, los rendimientos de un fondo de inversión no tributan mientras no los vendamos.
Si queremos vender nuestras participaciones, deberemos tributar a Hacienda por la diferencia entre el valor de adquisición y el valor de compraventa, es decir, por el incremento patrimonial obtenido. De todos modos, existe una exención tributaria si re-invertimos el beneficio obtenido en otro fondo de inversión. A este movimiento se le conoce como «diferimiento impositivo por traspaso«, y las entidades gestoras lo tramitan de esta forma. Si queremos tributar (porque interese generar plusvalías o minusvalías para compensar) lo podemos hacer dando orden de venta y de compra posterior y no de traspaso.
Gastos de un fondo de inversión
Independientemente de si hemos tributado por el incremento patrimonial obtenido en la venta o si te has acogido al diferimiento fiscal, hay una serie de comisiones en la operativa de un fondo de inversión. Hay dos tipos de comisiones.
Las que se aplican al partícipe:
- Comisión de suscripción, al comprar participaciones del fondo.
- Comisión de reembolso, al vender las participaciones.
Las que se aplican al fondo:
- Comisión de gestión: puede ser sobre el patrimonio, sobre beneficios o aplicarse una fórmula mixta.
- Comisión de depositaria: es un porcentaje que cobra la entidad depositaria.
Es frecuente que las personas que se interesan en saber qué son los fondos de inversión se preocupen mucho por este aspecto, sin embargo las realmente importantes son las que se aplican al partícipe, las de gestión o depositaria están incluidas en el valor liquidativo, por lo tanto no es muy útil, aunque mediáticamente se le dé relevancia.
Tipos de fondo de inversión
Por la categoría de sus inversiones
- Fondos de renta fija: son aquellos fondos cuya inversión va dirigida principalmente a deuda pública ( Letras, Bonos o Obligaciones del Tesoro) o deuda corporativa (emitida por empresas). Estos fondos conllevan, a priori, menos riesgos, pero obviamente, también se obtienen rentabilidades menores y, en algunos casos también pueden soportar riesgos importantes (deuda híbrida, de países emergentes, por problemas de solvencia…). Una vez que se sabe qué son los fondos de inversión, es fundamental conocer estos riesgos.
- Fondos de renta variable: estos fondos de inversión invierten en empresas, pudiendo acceder cualquier partícipe a compañías de todo el mundo. Suelen conllevan mayor riesgo, pero las posibilidades de rentabilidad son también mayores.
- Fondos mixtos: tal y como indica el nombre, estos fondos de inversión reparten su inversión en activos más estables (renta fija) con activos con mayor potencial de crecimiento (renta variable).
Por la forma de gestionar
- Fondos de gestión activa: se trata de fondos que, con una política de inversión en cuanto a riesgo, zonas o sectores, determinadas invierten en una gama amplia de activos con el fin de obtener beneficios ajustados a sus riesgos. En los fondos de inversión activos, las operaciones que realice el gestor son claves para obtener buenos resultados financieros. Es decir, la rentabilidad de un fondo activo depende directamente de la calidad y acierto de su gestor.
- Fondo de gestión pasiva: son fondos de inversión que replican ínidices bursátiles (por ejemplo el Ibex 35) en este caso estamos hablando de una gestión financiera mucho más pausada. En este caso nos irá bien si el mercado responde, ya que el gestor habrá invertido en referencia al comportamiento de las principales empresas del índice. Suelen basar su inversión en los denominados fondos índice o fondos indexados. Esta categoría la podríamos dividir en fondos pasivos «tradicionales» que se rigen bajo las pautas comentadas y Fondos de Inversión Cotizados o ETF por sus siglas en inglés (Exchanged Traded Funds).
Fondos cotizados
Son fondos que también replican índices, aunque a diferencia de los tradicionales sí cotizan en bolsa. Esto permite que podamos comprar o vender en cualquier momento de la sesión desde nuestro teléfono móvil, como si de una acciones bursátiles se tratase. A los EFT se les conoce también como trackers (seguidores), ya que como hemos comentado antes, también replican índices.
Este tipo de fondos presenta un problema fiscal: aunque legalmente el diferimiento fiscal está permitido, no se aplica en la práctica, algo que ha supuesto una gran polémica entre las grandes gestoras de fondos cotizados y la Agencia Tributaria española.
¿Tienen los fondos de inversión una garantía estatal?
Aunque los fondos de inversión están regulados por el Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV), no hay ningún organismo que responda ante caídas de precios en los fondos, aunque sí se regula la forma de invertir del fondo en base a límites de liquidez y diversificación, pudiendo intervenir la CNMV en caso que lo considere oportuno, arbitrando las medidas a tomar, en caso de ser necesario, tales como buscar una nueva gestora para solucionar los problemas y dar viabilidad al fondo.
En definitiva, existen multitud de tipos y variantes de Fondos de Inversión, y es muy recomendable acudir a un experto para dar nuestros primeros pasos en este mundo, e incluso, ampliar nuestra formación al respecto. La elección entre los distintos tipos de fondos debe hacerse en base a la capacidad y el deseo de asumir un grado u otro de riesgo, así como los plazos en los que queremos rentabilizar la inversión.