La diversificación geográfica es clave a la hora de tener éxito en bolsa a largo plazo: permite obtener retornos a través de empresas radicadas en todo el mundo, y por tanto no dependemos de coyunturas económicas (o políticas-sociales) en puntos determinados.
La bolsa japonesa no es muy utilizada por los inversores españoles que de por sí invierten poco en bolsa y sobreponderan en el mercado nacional (vía acciones de Telefónica, Santander y BBVA principalmente) y, como mucho, algo en bolsa americana.
Es posible que uno de los motivos sea la mala fama de la bolsa nipona, ganada a pulso desde finales de los 80′: desde diciembre de 1989 hasta marzo de 2009 cayó un 82%. Sin embargo, esta mala fama ha motivado que los inversores dejaran de ganar un 200% desde esa época. Esta claro que la comparación es algo absurda ya que es casi imposible evitar toda la caída y obtener toda la subida, pero sí puede servir de ejemplo.
Con esta subida puede, incluso, dar algo de vértigo entrar en estos momentos, aunque las caídas de las últimas semanas puede dar una posibilidad de entrada:
Como se puede apreciar en el gráfico de Visual Chart, la cotización está buscando el soporte de los 21.000 puntos; nivel que ha sido una fuerte resistencia en varias ocasiones y que sirvió de rebote este mismo año. Aunque pueda parecer que la siguiente resistencia deja poco recorrido puede engañar: hasta los 22.700 hay margen del 9%; además durante este 2018 se la ha saltado en dos ocasiones (sí la ha respetado en mayo). Invertir en Japón en 2019 parece que va a ser una buena alternativa de inversión a tener en cuenta.
Es muy importante en inversiones que realicemos fuera de la Zona Euro conocer el potencial de la divisa en la que invertimos: al contrario que ocurre con las famosas y desastrosas Hipotecas Multidivisa, cuando invertimos en activos denominados en otras monedas también nos beneficiamos de la revalorización de ésta respecto al euro, por lo tanto si ésta se deprecia, nos perjudica:
Actualmente el tipo de cambio EUR/JPY está en un impás, pero el soporte que está haciendo en los 127 EUR/JPY junto a las políticas monetarias distintas del BCE (Banco Central Europeo) y el BoJ (Banco de Japón) puede provocar que el inversor vea demasiado riesgo en esta inversión. En ese caso, es posible invertir cubriendo la divisa.
Es muy difícil que un inversor particular pueda invertir de forma directa en acciones japonesas con garantías: le falta conocimientos sobre este mercado, el riego divisa puede ser excesivo e incluso por diferencia horaria es complicado estar al día. Aquí aparecen los fondos de inversión como un gran compañero en esta marathon en la que podemos atravesar el país del sol naciente enganchados a grandes profesionales.
Un ejemplo es el fondo Fidelity Japan Aggressive Fund que tenemos analizado en esta web:
Es fácilmente apreciable ver cómo el fondo «hedged« (se denominan así o «Hdg» los que cubren el riesgo divisa) lo hace sistemáticamente mejor que el índice, por lo tanto la gestión activa genera alfa (rentabilidad positiva respecto al índice) al inversor que no solo se beneficia de la evolución de la bolsa japonesa, sino que obtiene un extra gracias al gestor. Sin embargo, quien haya asumido el «riesgo divisa» está penalizado, aún así obtiene beneficios en los últimos años.
En definitiva, tener bolsa japonesa en cartera tiene potencial y ayuda a diversificar, por lo tanto todo inversor puede plantearse tener una parte de su cartera de bolsa en fondos de renta variable nipona, asumiendo, o no, riesgo divisa.